Tras la última reforma de las pensiones privadas que impulsó el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones cuando José Luis Escrivá era el titular del departamento, los autónomos pueden aportar hasta 5.750 euros al año a este tipo de productos de ahorro para la jubilación, incluyendo el límite deducible en el IRPF de 1.500 euros en aportaciones individuales y los 4.250 euros de aportaciones profesionales.

En este tiempo, dos docenas de planes de pensiones de empleo simplificados para autónomos se han dado de alta en el registro de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones.

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A pesar de conseguir esta primera cota, la penetración de estos vehículos es todavía muy baja. Los 20.041 partícipes que ya hay bajo su paraguas, un 14% más al cierre del primer trimestre, apenas representan un 0,60% sobre los 3,3 millones de trabajadores autónomos que hay en España, con datos del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA).

En los tres primeros meses de 2024, su patrimonio se ha incrementado en un 18%, hasta cerca de los 98 millones de euros.

Mapfre y VidaCaixa, los más grandes

Por productos, Mapfre cuenta con el mayor plan. Mapfre Autónomos ATA gestiona 20,2 millones de euros, seguido del CaixaBank Autónomos ATA, con 18,2 millones.

Por detrás se sitúan los planes BBVA Autónomos Moderado (10,7 millones), Indexa Empleo Autónomos (9,3 millones) y Santander Planfine (6,0 millones).

Otras gestoras que han colaborado con patronales, asociaciones, colegios profesionales u otras instituciones para promover planes de pensiones de empleo simplificados para autónomos son Banco Sabadell, Ibercaja, Abanca, Cobas, Fonditel, Seguros RGA o Caser. Esta última va de la mano con Horos o la propia Indexa.